Más de 350 mil porteños y porteñas 

viven lejos de un parque público


En la Ciudad de Buenos Aires son escasos los espacios verdes públicos de calidad 

 


En la Conferencia de Alcaldes de los Estados Unidos celebrada en 2017, se aprobó una resolución donde más de 200 gobernantes se comprometían a que los ciudadanos y ciudadanas de todas sus comunidades tengan un parque público de calidad a una distancia que no supere los 10 minutos caminando desde sus domicilios. 

Esta iniciativa, que ha sido adoptada en otras partes del mundo, aborda diferentes dimensiones de la vida urbana. En primer lugar, la creación de nuevos espacios verdes públicos de calidad en las ciudades y el mantenimiento y mejora de los existentes, contribuye a ralentizar la caída de agua de lluvia, regular la temperatura y humedad, contrarrestar los efectos de la isla de calor, filtrar el aire que respiramos, generar oxígeno y almacenar carbono. En este sentido, los 10 minutos a pie se transforman en una herramienta de análisis para el diseño de políticas urbanas que tiendan a garantizar la cercanía a un parque público.

En segundo término, esta iniciativa promueve la adopción de hábitos saludables. Que el espacio verde se encuentre a 10 minutos caminando desalienta el uso de automóviles para llegar a él. Esta distancia, que si la trasladamos a la Ciudad de Buenos Aires son 8 cuadras aproximadamente, está pensada para estimular la caminata o el uso de medios de transporte no contaminantes, como por ejemplo las bicicletas.

En tercer lugar, está la dimensión económica y laboral. La importancia de contar con espacios verdes cercanos en las ciudades ha ido tomando cada vez más importancia en los últimos años, pero las consecuencias de la pandemia por COVID-19 constituyen un quiebre en la forma en que habitamos las zonas urbanas. El trabajo desde el hogar redefine absolutamente la configuración de nuestra ciudad, a tal punto que ya se están analizando diferentes proyectos para las oficinas que hoy se encuentran vacías en el micro y macro centro de la Ciudad de Buenos Aires, comiencen a reconvertirse en residencias. Todas las personas que antes estaban concentradas en un sector relativamente pequeño de la ciudad, hoy se distribuyen a lo largo y a lo ancho de ella, generando nuevas demandas que se traducen en oportunidades económicas. Estas 8 cuadras entre el espacio verde y la vivienda se transforman en un corredor en el cual las personas habitantes de los barrios se constituyen como potenciales clientes.

Por último, está la cuestión del desarrollo con equidad. En nuestra ciudad son claras las diferencias entre el sur y el norte. Según este informe, elaborado por el Observatorio de Géneros y Políticas Públicas, el 95% de las personas que viven en barrios populares lo hace en las comunas 4, 7, 8 y 9. La expectativa de vida en esos barrios populares es hasta 10 años menor si la comparamos con barrios como Recoleta o Belgrano. Si hablamos de empleo, los datos publicados por la Dirección de Estadísticas y Censos del Gobierno de la Ciudad, indican que en la zona norte la desocupación es de 9,1% mientras que en la zona sur es de 14,5%. En materia de seguridad, el mapa del delito oficial del Ministerio de Justicia y Seguridad revela que en las comunas del sur hay en promedio 6,5 veces más homicidios dolosos que en las comunas de zona norte. Teniendo en cuenta todas estas diferencias es que se vuelve necesario  hacer foco en la recuperación de los espacios verdes públicos de calidad en la zona, ya que a partir de su ocupación se genera una reactivación de la economía del barrio, mejorando las condiciones de seguridad y fomentando la vinculación ciudadana. 

¿Cuál es la situación en la Ciudad de Buenos Aires?

La Fundación Bunge & Born ha desarrollado el “Atlas de Espacios Verdes en Argentina»  que busca mostrar qué tan cercanos o lejanos están los parques públicos de los habitantes en 155 localidades de nuestro país.

Según este atlas más de 350.000 porteños y porteñas viven lejos de un parque público. Asimismo este informe evidencia la desigualdad entre el norte y el sur de la ciudad. El 25% de la población de menor nivel socioeconómico (mayoritariamente ubicados en zona sur) carece de acceso a espacios verdes públicos de calidad. En la otra punta de la pirámide encontramos que el 96% de la población con mayores ingresos tiene un parque público a 10 minutos a pie.

Adentrándonos en la situación de cada barrio en particular notamos que hay situaciones muy preocupantes. Hay dos ejemplos paradigmáticos: según datos oficiales del gobierno de la Ciudad en la comuna 3 (Balvanera) en la cual viven casi 200 mil personas hay 0,492 M2 de espacio verde por habitante, en la comuna 5 (Almagro y Boedo) hay 0,192 M2 para cada uno de los casi 180 mil habitantes. Al cruzar los datos de distancias a parques públicos y cantidad de M2 por comuna podemos deducir que solo los habitantes que viven a menos de 850 metros de los parques Centenario, 3 de Febrero, Las Heras, Thays, Wysocki, Los Andes, Isla de La Paternal, Olímpico de la Juventud, Chacabuco, de los Patricios y la reserva ecológica tienen acceso a un parque público de calidad a 10 minutos caminando. Por lo que podemos decir que casi la mitad de los porteños y porteñas no tienen un parque pública de calidad a 10 minutos caminando desde sus hogares.

Por ejemplo si nos paramos en la intersección de la Av. Córdoba y la calle Serrano el espacio verde más cercano es la plaza Inmigrantes de Armenia que se encuentra a 11 cuadras, unos 12 minutos caminando; pero si tenemos en cuenta que esta plaza está ubicada en una de las zonas más densamente pobladas de la ciudad y que esa plaza suele ser muy concurrida es probable que busquemos un espacio verde alternativo, hacia Chacarita tenemos el Parque los Andes a 16 cuadras de distancia, unos 20 minutos andando; y al sur Parque Centenario a 17 cuadras. 

Sin embargo esto tampoco es tan lineal ya que ante el gran faltante de espacios verdes la población tiende a concentrarse (con solo hacer el recorrido desde el Lago Regatas hasta el Rosedal cualquier fin de semana esto se puede verificar). También hay que mencionar que existen diferencias entre los distintos espacios verdes en términos de seguridad y mantenimiento; y es natural que todos y todas prefieran ir a un parque seguro y bien mantenido. 

Conclusiones

En la Ciudad de Buenos Aires hacen falta más espacios verdes de calidad. Es necesario elaborar un masterplan que cruce los indicadores de distancia a parques públicos (máx. 10 minutos a pie) y la cantidad de m2 de espacio verde público por habitante, para de esta forma dinamizar las economías de los barrios, mejorar la seguridad, promover hábitos saludables y construir una nueva lógica de vinculación con el espacio público. Para esto es necesario terminar con la política del oficialismo porteño de promoción de negocios inmobiliarios, desalentar la adquisición de inmuebles como reserva de valor y generar una política integral de acceso a la vivienda para sectores medios y bajos, articulada desde el Instituto de la Vivienda y financiada mediante créditos blandos y a largo plazo por el Banco Ciudad.

Fuente: Menos Cemento Más Verde